Ni la parte cubana ni la española han explicado los motivos de ese "plante" de Raúl Castro a Margallo, quien ayer impartió en La Habana una conferencia sobre la Transición Española en la que, sin mencionar expresamente a Cuba, ensalzó el pluralismo, el consenso y las libertades políticas.

En los últimos meses, Raúl Castro ha recibido a cancilleres de países como México o Panamá. También se entrevistó en 2010 con el antecesor de Margallo, el socialista Miguel Ángel Moratinos; y el pasado diciembre con el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, el mayor representante del Partido Popular en visitar la isla hasta la visita del actual ministro de Exteriores.

Margallo concluyó su agenda en Cuba con una declaración ante los medios sin opción a preguntas, donde expresó el deseo de España de que las reformas económicas puestas en marcha por el gobierno de Raúl Castro lleven "un ritmo más rápido", para que dejen mayor margen a la iniciativa privada y la inversión extranjera.

En este nuevo contexto económico de la isla, García-Margallo se refirió a la necesidad de "descentralizar la toma de decisiones", algo que "redundaría en un mayor crecimiento económico, que se traduciría en una mayor prosperidad de los cubanos".

El jefe de la diplomacia española también mencionó la situación de los expresos políticos y pidió a Cuba que deje viajar a la isla a aquellos que fueron excarcelados y trasladados a España entre 2010 y 2011, gracias a la mediación de la Iglesia cubana ante el Gobierno de Raúl Castro, apoyada por el Gobierno de España, entonces presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Fruto de esos acuerdos, fueron excarceladas en esos dos años 127 personas, de los que 115 viajaron a España junto a sus familiares, lo que sumó en total más de 750 personas. Quedan en la isla doce disidentes del llamado "grupo de los 75", opositores reprimidos en la Primavera Negra de 2003, que se negaron a exiliarse a España y fueron excarcelados bajo la figura de la "licencia extrapenal", que mantiene vigentes las condenas, por lo que no se les permite viajar.

García-Margallo señaló que en sus encuentros con autoridades cubanas, como Díaz-Canel o el canciller Bruno Rodríguez, se interesó por la "situación" de esas doce personas, "para que se les deje salir de la isla", grupo en el que figuran disidentes como José Daniel Ferrer, Ángel Moya, Héctor Maseda o Marta Beatriz Roque.

Con estas declaraciones, el ministro puso sobre la mesa el asunto de los disidentes, después de que grupos de cubanos en el exilio le pidieran que se reuniera con opositores durante su visita y que intercediera ante las autoridades cubanas por los miembros del "Grupo de los 75" que permanecen en la isla. Sin embargo, la agenda del ministro no ha incluido encuentros con grupos disidentes.

En su intervención ante los medios, el ministro español precisó que su visita a Cuba "se enmarca dentro de la normalidad de las relaciones bilaterales entre los dos países", y agradeció la "hospitalidad" y "cálida acogida" del pueblo cubano.

Según dijo, en sus reuniones con autoridades cubanas también abordó asuntos "regionales y globales de interés mutuo" como la Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Veracruz (México) el 8 y 9 de diciembre, en la que consideró "importante" la presencia de Raúl Castro.

"Cuba juega un papel esencial en la comunidad iberoamericana de naciones, por lo que es importante su presencia al máximo nivel con el presidente Raúl Castro", dijo Margallo, aunque no indicó si qué respuesta ha recibido de Cuba al respecto.

En los últimos años Cuba ha enviado delegaciones de bajo rango a esa cumbre, a la que nunca ha asistido Raúl Castro desde que asumiera la presidencia del país en 2006 en sustitución de su hermano Fidel, que fue el último presidente cubano en acudir a ese foro en el año 2000.