Los dos españoles fallecidos en el atentado de Túnez, Antoni y Dolors, no tenían intención de ir al museo del Bardo, pero finalmente acabaron subiéndose al autobús. Celebraban su 50 aniversario de bodas y el viaje era un regalo de sus hijos. Así lo ha confirmado el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, visiblemente emocionado. En el barrio donde vivían, en la ciudad de Barcelona, impera la conmoción tras lo ocurrido.
Los españoles asesinados en Túnez celebraban sus bodas de oro