La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha vuelto a poner el foco en Melania Trump, una de las primeras damas más enigmáticas del país.

Durante el primer mandato de su marido estuvo bastante ausente. De hecho, ni siquiera se mudó a la Casa Blanca inmediatamente, ya que decidió quedarse en Nueva York mientras su hijo Barron acababa el curso.

La campaña 'Be Best' fue su causa como primera dama, enfocada al bienestar infantil y, sobre todo, al ciberacoso. Un hecho irónico teniendo en cuenta el comportamiento de su marido en redes sociales, algo sobre lo que ella misma se pronunció.

"No siempre estoy de acuerdo con lo que postea en redes sociales y se lo digo. Sé que me van a criticar por hablar en contra del ciberacoso", decía.

Además, también protagonizó momentos especialmente polémicos como cuando llevó una camiseta en la que podía leerse "Realmente no me importa, ¿a ti si?", a un centro de detención de niños migrantes. Un acto que realizó justo cuando se supo que Trump los encerraba en jaulas.

Ahora parece que no tiene claro, o por lo menos no ha anunciado, cuál va a ser su papel. De momento, ha estado ausente durante toda la campaña de Trump, salvo los momentos en los que se ha hecho más visible para promocionar su libro de memorias.