Congelada la gran ofensiva que iban a lanzar los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania a la espera de tres días de diplomacia, pero la guerra no da tregua. En las últimas horas han muerto 70 rebeldes prorrusos, 25 soldados ucranianos y 12 civiles por fuego de artillería. Decenas de miles están dejando su hogar a marchas forzadas por una situación que intentarán detener Merkel y Obama en Washington.