El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, es con 14 años en el poder el jefe de gobierno más veterano de la UE y un referente de la ultraderecha internacional, acusado de socavar la democracia por sus críticos y aclamado por quienes apoyan su modelo "iliberal".
En el momento de asumir su país este lunes, 1 de julio, la presidencia rotatoria y semestral de la Unión Europea (UE), Orbán es el líder más aislado entre los Veintisiete por sus posturas cercanas al Kremlin y su rechazo a apoyar a Ucrania para que pueda defenderse de la agresión rusa.
Desde que llegó al poder en 2010, su conservador partido Fidesz gobierna con más de dos tercios de los escaños en el Parlamento, lo que le permite adoptar leyes y reformas legales sin tener que buscar el apoyo de la oposición. "La revolución conservadora" de Orbán, anunciada al llegar al poder, significó un giro hacia un régimen centralizador, que afirma rechazar el liberalismo político tradicional y dice defender valores conservadores, cristianos y tradicionalistas.
El modelo que llama 'iliberal', intolerante con la inmigración y contrario a permitir el matrimonio homosexual, es bien visto por otras formaciones ultranacionalistas de Europa y del resto del mundo, muchas de las cuales se autodenominan 'soberanistas'. Con respecto a la UE, ello se traduce en posturas contrarias a la profundización de la integración europea y favorables a que los países recuperen competencias, a cambio de reducir los poderes de Bruselas.
Su criticada posición sobre Ucrania
Desde la invasión rusa de Ucrania hace casi dos años y medio Orbán, de 61 años, ha criticado con frecuencia al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mientras que se ha mostrado más ecuánime frente al presidente ruso, Vladímir Putin. El líder húngaro acusa a Kyiv de no respetar los derechos de la minoría magiar que vive en Ucrania, al tiempo que ha logrado mantenerse al margen de las ayudas de la OTAN para Ucrania pese a ser Hungría un país miembro de la Alianza Atlántica.
Desde tener que abandonar en 2021 el Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo, por no compartir los valores de esa fracción, el partido de Orbán, el Fidesz, intenta unirse a alguno de los grupos más derechistas. Pero tanto los Conservadores y Reformistas Europeos como el grupo Identidad y Democracia han rechazado hasta el momento aceptar al Fidesz por sus políticas prorrusas.
Crítico de Bruselas, el primer ministro asegura que sólo defiende la soberanía de su país frente a los intentos de la UE de imponer "políticas de género e inmigración". Por eso, la lucha contra la inmigración será una de las máximas prioridades de la presidencia europea de Orbán, que finalizará el 31 de diciembre próximo.
El joven Orbán fue al comienzo de la transición democrática a partir de 1989 unos de los referentes de la nueva Hungría democrática. Fue primer ministro en un primer mandato, entre 1998 y 2002, cuando perdió contra todo pronóstico las elecciones contra los socialistas, que luego estuvieron en el poder hasta 2010.
Durante sus 14 años en el poder, Orbán no solo ha reformado el país a su gusto sino que su entorno más íntimo, entre algunos familiares y amigos de la infancia, se ha enriquecido enormemente, denuncian sus críticos.