El ataque que ha acabado con la vida de al menos 30 personas ocurrió en un campamento de la PAF en el área de Badaber, escribió el director general de la oficina de relaciones públicas del Ejército, Asim Bajwal, en su cuenta oficial de Twitter, que ha ido elevando el número de víctimas en sucesivas actualizaciones. Bajwal no aclaró si las 16 personas que perdieron la vida en la mezquita eran civiles o militares, al revelar solo la identidad del capitán muerto, Asfandyar, que "abrazó el martirio liderando sus tropas y luchando valientemente".

El director del ISPR señaló que tres helicópteros participaron en las labores de evacuación de los heridos, cuyo número situó en diez en sus primeras publicaciones. Los insurgentes atacaron la base militar por dos puntos diferentes, precisó Bajwal, quien aseguró que los tiroteos habían cesado, aunque las fuerzas de seguridad continuaban con el rastreo de la zona en busca de algún posible talibán que pudiera permanecer oculto. "El mecanismo de reacción fue muy rápido", se felicitó el director general del ISPR en uno de sus primeros tuits.

El superintendente de la Policía de Peshawar, Shakir Bangash, explicó que las fuerzas de seguridad "han acordonado todo el área", y confirmó que prosiguen las operaciones de búsqueda de insurgentes en los alrededores.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó "de manera rotunda el ataque terrorista" a través de un comunicado, y añadió que los militares poseen "el total apoyo de la nación" y que "pronto todas las redes terroristas serán eliminadas de Pakistán".

Muhamad Jurasani, un portavoz del principal grupo talibán del país, el TTP, reivindicó el ataque perpetrado por "una unidad insurgente" contra las Fuerzas Aéreas de Pakistán en la zona de Badaber. El portavoz concretó que en el ataque los talibanes habían matado a 50 militares paquistaníes, aunque los insurgentes suelen dar información sesgada sobre el alcance de sus acciones.