El primer día de bombardeos de Francia contra el Estado Islámico ha dejado la menos 30 muertos y varias personas heridas en un campo de entrenamiento de este grupo terrorista.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que entre los fallecidos había "cachorros del califato", como el EI denomina a los menores de edad que recluta en sus filas, así como combatientes yihadistas adultos de nacionalidad siria, iraquí y de países del norte de África.

El ataque aéreo tuvo lugar en un palmeral en el pueblo de Al Yala, en el este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur, donde se ubicaba el campo de entrenamiento de los radicales.

El pasado día 27, el Ejército francés se sumó a los bombardeos contra posiciones del EI en Siria, bajo el argumento de que este grupo yihadista supone una amenaza directa para su seguridad nacional.

El presidente galo, François Hollande, explicó en la sede de la ONU en Nueva York los detalles acerca de esa primera operación, que, detalló, tuvo como blanco un campamento del EI en una población cercana a Deir al Zur, capital de la provincia homónima.

"Nuestras fuerzas consiguieron sus objetivos: el campo fue destruido en su totalidad", señaló Hollande, antes de especificar que se utilizaron seis aviones de combate, cinco de ellos cazas Rafale, de fabricación gala.

El jefe de Estado francés señaló que estaban "seguros" de que ese ataque no tuvo consecuencias sobre la población civil. El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en el territorio sirio y el iraquí, donde domina amplias zonas.