Los partidos de la gran coalición que lidera la canciller alemana, Angela Merkel, estudian varias reformas normativas para incrementar las dietas que cobran como salario los miembros del Bundestag (cámara baja) -5% este año y 4,8% el siguiente- y reforzar el castigo para los casos de cohecho.
El primero de los temas es el que acaparó mas atención en los medios alemanes, que difundieron el anteproyecto de ley y destacaron que la coalición de conservadores y socialdemócratas haya decidido sacar adelante en los primeros meses de la legislatura un proyecto que, dada su impopularidad, llevaba aparcado más de un año.
El incremento de las dietas se haría en dos pasos y el objetivo es que los parlamentarios acaben cobrando 9.082 euros mensuales brutos.
El próximo mes de abril el salario de un diputado (fijado hoy en 8.252 euros) subiría en 415 euros y el año que viene se añadirían otros 415. La coalición está también de acuerdo en extender los complementos, que ahora solo cobran el presidente del Bundestag y los vicepresidentes, a los presidentes de las comisiones y de las comisiones de investigación.
Junto a las remuneraciones, si los planes siguen adelante también aumentarían las sanciones a quienes falten a su trabajo parlamentario. Las faltas no justificadas a las sesiones plenarias se castigarían con 200 euros -frente a los 100 actuales- y las faltas en los días de reuniones en los que no haya pleno se penalizarían con 100 euros, también el doble que ahora.
Junto a esta reforma, la gran coalición que lidera Merkel plantea también la necesidad de endurecer el castigo para los casos de cohecho y de cohecho impropio. Con el objetivo de luchar contra la corrupción tanto "activa" como "pasiva", las penas establecidas serían de cinco años de prisión.