El papa Francisco reconfortó a los cristianos egipcios con una misa en la que la palabra "paz" fue la más repetida, en un estadio blindado por los militares por el miedo al terrorismo que ha golpeado recientemente a esta comunidad.
La minoría católica de Egipto le brindó un caluroso recibimiento al pontífice, con una salva de palmas continua a su llegada al estadio de la Defensa Aérea egipcia, mientras los organizadores soltaron palomas.
A su llegada al estadio, ubicado en una zona militar a las afueras de El Cairo, Francisco dio una vuelta a la pista de atletismo de pie sobre un vehículo descubierto para saludar a los fieles.
A la ceremonia asistieron entre 10.000 y 15.000 personas, todos ellos con invitaciones distribuidas por las parroquias. La mayoría vestía camisetas y gorras blancas, con el logotipo de la visita, en la que aparece Francisco al lado de las pirámides de Guiza, con el mensaje del "papa de la paz en un Egipto de paz".
En las tribunas ondeaban algunas banderas del Vaticano, unas pocas de Egipto y de otros países, entre ellas una de Venezuela, otra de México y varias de Kenia, desde donde viajaron algunos fieles. Además, un grupo de Alejandría puso la nota alegre con tambores, cornetas y una imagen de Francisco en un cartón a tamaño real.
"Necesitamos paz, no solo en Egipto, sino en todo el mundo. Es muy especial que el papa haya decidido venir, en especial en este momento, después de las bombas", dijo a la joven egipcia Marina Mila, en alusión a los atentados contra las catedrales coptas de Tanta y Alejandría, en los que murieron 46 personas.
Otro asistente, Nadr Iorjo, aseveró que después de esos atentados temió que el papa cancelara el viaje y consideró que su mensaje ayudará a unir a las comunidades de Egipto.
La ceremonia, contó con fuertes medidas de seguridad y fue constante el ruido de helicópteros, que hicieron continuos vuelos rasantes a la vista del público del recinto deportivo, que está en una de las zonas más seguras de El Cairo.
Francisco se reunirá con la reducida comunidad católica de Egipto en el seminario mayor patriarcal copto católico de san León Magno, antes de partir de regreso a Roma.