Una marea de banderas rojas ha cubierto la céntrica plaza de Taksim, en Estambul, con decenas de miles de personas condenando el fallido golpe militar del 15 de julio, pero también pronunciándose contra toda deriva nacionalista o islamista.
La marcha ha sido convocada por el partido socialdemócrata CHP, el mayor de la oposición turca, que pidió llevar únicamente banderas turcas y retratos de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la República en 1923.
Los congregados han evitado así evidenciar toda división ideológica o de oposición abierta al partido islamista en el poder, el AKP, pero los lemas coreados han dejado claras las simpatías de la muchedumbre.
Aparte de 'Turquía laica' se oía el grito 'Taksim en todas partes, en todas partes resistencia', el lema de las manifestaciones antigubernamentales del parque Gezi en 2013.
"Es la primera vez que podemos manifestarnos en Taksim en tres años y estamos muy felices, es la democracia, estamos en contra del golpe y a favor de las libertades", ha asegurado el joven arquitecto Can, asiduo de las protestas de Gezi.
"Es un día histórico, la plaza está más abarrotada que nunca, quizás más incluso que en las protestas de Gezi", ha declaro Seyit Torun, vicepresidente del CHP.
"Si queremos hacer de Turquía un país democrático, lo tendremos que hacer todos juntos. No queremos golpes, no queremos dictaduras. Estamos contra todo tipo de autoritarismo, venga con uniforme o venga como civil", ha agregado.
'No al golpe' es la frase más frecuente en las señales que han enarbolado los manifestantes, pero también 'La soberanía incondicional pertenece a la nación', el lema del Parlamento turco.