Mientras el gobierno del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se prepara para las "difíciles" negociaciones en el Eurogrupo, los ciudadanos griegos vuelven a salir a la calle en numerosas ciudades del país para respaldarlo.
Bajo el lema de "!No a las extorsiones, no daremos marcha atrás, venceremos!" miles de personas tomaron por tercera vez las plazas más emblemáticas del país en una manifestación convocada a través de las redes sociales y respaldada por varias plataformas ciudadanas.
En declaraciones al diario "Real News", el propio Tsipras reconoció este fin de semana que la negociación con el Eurogrupo "será difícil" y añadió que "nuestra fuerza será, una vez más, el apoyo de la gente".
Según la encuesta más reciente, realizada por el instituto demoscópico "Kappa Research", el 60,6 % de la población respalda al Gobierno en la negociación, frente a un 37,1 % que no lo hace. Aunque un 53,7 % piensa que Alexis Tsipras será mejor primer ministro que sus predecesores de las últimas dos décadas, solo un 48,1 % cree, sin embargo, que tendrá éxito en las negociaciones con los socios, mientras el 51,1 % lo ve con pesimismo.
La reducción del objetivo del déficit primario (que excluye el pago de los intereses de la deuda) es una de las "líneas rojas" del gobierno y actualmente uno los principales escollos para los que por ahora no hay visos de acuerdo, junto a la reforma laboral y las privatizaciones.
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, cree, no obstante, que pese a los "desacuerdos" que todavía existen, es posible desarrollar un nuevo acuerdo que sea en beneficio mutuo.
En una entrevista con la edición dominical del periódico "Kathimerini", Varufakis reconoció que además existen todavía grandes diferencias en temas que el Gobierno griego considera clave, como es la reforma laboral o la política de privatizaciones.
Varufakis explicó que en el tema de las privatizaciones el objetivo de su gobierno es pasar de la "lógica de venta (de propiedades estatales) a precios irrisorios a la lógica del fomento", siempre "en cooperación con el sector privado y los inversores extranjeros".
La nueva política de privatizaciones tiene como objetivo no solo fomentar la actividad económica sino también crear una fuente adicional de ingresos que permita financiar, por ejemplo, los fondos de pensiones, "brutalmente afectados por la crisis", dijo.
Según fuentes gubernamentales citadas por la prensa, la Comisión Europea, en cambio, parece respaldar las propuestas griegas en cuanto a lucha contra la evasión fiscal y la corrupción, así como los planes para mejorar el clima inversor.
Grecia se ha propuesto sustituir el programa de rescate existente, cuya prórroga expira el próximo día 28, por un acuerdo puente que garantice la financiación del país en los próximos meses mientras se desarrolla con los socios un amplio acuerdo definitivo.
Para poder financiarse, el Gobierno espera que los socios aprueben aumentar el límite de la subasta de Letras del Tesoro en 8.000 millones de euros, es decir, de los 15.000 millones actuales hasta 23.000 millones.
Además, reclama que el Banco Central Europeo le desembolse los 1.900 millones de euros procedentes del rendimiento de los bonos griegos.
Finalmente, reclama poder utilizar los 11.000 millones de euros que quedaron de reserva de la recapitalización de los bancos para dar liquidez a las entidades que no logran recuperar deudas impagadas.