En un campo de refugiados en Idomeni, al norte de Grecia, más de 10.000 personas están esperando a que Macedonia abra las fronteras, la tensión crece a cada hora, ya que muchas de ellas llevan 10 días durmiendo al raso. Los campos de refugiados están desbordados, ya que a la escasez de la comida, se le suma el frío.