En Berlín, en las cercanías de la Cancillería, unos 3.000 ultraderechistas protestaron contra la política migratoria de Angela Merkel. Los manifestantes, que exigieron la retirada de Merkel del poder, denominaron la crisis migratoria como una "invasión" de refugiados e inmigrantes de la que tienen que "liberar" a Alemania.

"Merkel debe irse" y "Nosotros somos el pueblo" fueron los lemas más coreados durante su marcha en dirección a la emblemática Puerta de Brandeburgo, rodeados por un gran dispositivo policial para evitar enfrentamientos con otras dos marchas convocadas por fuerzas de izquierdas bajo el lema "Nazis fuera".

Con banderas alemanas y escondidos muchos bajo capuchas y bufandas, los manifestantes, autodenominados "patriotas", tacharon de "traidor" al Gobierno de Merkel y reclamaron el fin de la política de asilo y refugio y de la "islamización" del país.

Frente a ellos y separados por vallas colocadas por las fuerzas de seguridad, cientos de personas con banderas arcoiris y pancartas "contra la estupidez y la xenofobia" se opusieron a los eslóganes ultraderechistas con pitos y canciones. Alrededor de 1.300 agentes de policía se desplegaron en Berlín para evitar incidentes en una jornada preelectoral, con comicios este domingo en los estados federados de Renania-Palatinado, Baden-Württemberg y Sajonia-Anhalt.

La crisis de los refugiados ha sido un elemento clave en la campaña de unas elecciones en las que se someterá a examen la gestión de la canciller Angela Merkel, la cual defendió en un último mitin en Baden-Würtemberg su política de apertura de fronteras y el posterior endurecimiento de las leyes de asilo.

Los sondeos prevén la entrada en los tres parlamentos regionales del nuevo populismo de derechas de Alternativa para Alemania (AfD), partido nacido en 2013 como fuerza euroescéptica que ha centrado su mensaje en el rechazo a la política de refugiados de Berlín, aglutinando el voto de protesta con mensajes de corte xenófobo.