Ultraderechista, católico, homosexual y poeta fracasado, pero Milo Yiannopoulos es sobre todo un provocador y sus palabras redefiniendo la pederastia han traspasado los límites. "La atracción sexual hacia alguien con 13 años, que es sexualmente maduro, no es pederastia".
Defensor de Trump, estuvo dirigido por Steve Bannon, el actual jefe estratega del presidente cuando éste era su editor en el medio en el que trabaja. En unas declaraciones que se han hecho públicas ahora, incluso bromea con los abusos que sufrió por parte de un sacerdote. "No daría tan buen sexo oral si no fuera por el padre Michael".
La Conferencia de Acción Política Conservadora le ha retirado la invitación a un evento al que sí asistirá Trump. Además, han cancelado el lanzamiento de su autobiografía y sus compañeros del medio se han plantado en un órdago: o se va Milo o se van ellos.
Es racista, provocador, machista y le gusta el fango mediático. Tuvo que cancelar un acto en la universidad de California por las violentas protestas en el campus que se desataron para impedir su charla.
Fue entonces cuando su amigo y ya presidente salió en la defensa de Milo y de las personas inocentes con puntos de vista distintos. Esta vez Trump ha preferido la callada por respuesta.