Los restos de un misilruso derribado por las defensas antiaéreas de Ucraniahan caído este lunes en Moldavia, cerca de la frontera entre ambos países, sin que se hayan registrado víctimas de momento, aunque sí daños materiales, principalmente por la destrucción de ventanas en varias viviendas.
Así lo ha confirmado el Ministerio de Interior moldavo en un comunicado en el que precisa que el misil ha caído en el extremo norte de la localidad de Naslavcea, situada en la frontera con Ucrania. Las autoridades moldavas han agregado que por el momento no constan posibles víctimas, pero que los cristales de las ventanas de varias casas han resultado destruidos a causa del incidente. Además, las fuerzas moldavas "han rodeado la zona donde cayó el cohete, para evitar posibles amenazas".
Chisinau ha señalado que las autoridades de Kiev le informaron de un ataque con drones contra una central hidroeléctrica en Dniester, situada a 10 kilómetros de una instalación similar de Naslavcea.
Ucrania asegura que las tropas rusas han usado el espacio aéreo de Moldavia en los ataques masivos lanzados este lunes contra infraestructuras críticas que han dejado cientos de poblaciones sin electricidad en siete regiones del país. El Ministerio de Defensa moldavo, sin embargo, ha señalado en una nota que sus sistemas de vigilancia aérea no han detectado vuelos ilegales en su espacio aéreo.
El Ministerio, que ha enviado ingenieros del Ejército Nacional al lugar del incidente para realizar un reconocimiento del terreno, ha señalado que los fragmentos del misil derribado "no fueron detectados por las estaciones de radar debido a su tamaño y pequeña superficie reflectante".
Reacción de Moldavia
El departamento de Exteriores, por su parte, ha acusado a las fuerzas rusas de violar el derecho internacional con sus constantes ataques sobre la infraestructura civil de Ucrania, en particular la energética. Asimismo, ha afirmado que incidentes como los de este lunes acrecientan la inseguridad en toda la zona.
En este sentido, el ministro de Exteriores moldavo, Nicu Popescu, ha explicado que el ataque ruso tenía como objetivo una presa en el río Nistru, que atraviesa Ucrania y también Moldavia, y ha advertido de que "los ataques a la infraestructura hídrica y la consiguiente tensión en el río podrían poner a toda la región en riesgo de inundaciones".
A través de Twitter, Popescu ha señalado que su país condena "en los términos más firmes posibles" la "continuada agresión de Rusia contra Ucrania". "Los espantosos ataques contra infraestructuras críticas repercuten más allá de las fronteras de Ucrania y representan una amenaza directa para la seguridad energética y humana de Moldavia", ha agregado.
Posteriormente, Popescu ha anunciado que ha convocado al embajador de Rusia y le ha notificado la decisión de declarar persona non grata a un diplomático ruso, en un mensaje en el que ha insistido en que "los ataques intensificados de Rusia contra Ucrania están teniendo graves efectos indirectos en Moldavia", amenazando la seguridad del país.