El ciberataque contra Macron agita las elecciones francesas. En un comunicado, su partido denuncia haber sido víctima de "una acción de pirateo masiva y coordinada". Creen que el objetivo es influir en las elecciones y asegura que entre el material publicado hay mezclados documentos auténticos y falsos con el objetivo "de sembrar la duda y la desinformación".
Sostienen que los documentos que sí son reales fueron robados hace semanas en uno de los muchos ataques que han sufrido sus ordenadores. Según una empresa japonesa, los autores habrían sido miembros del mismo grupo ruso que pirateó los emails del equipo de Hillary Clinton durante la campaña electoral de Estados Unidos.
Los documentos filtrados aparecieron en una página web que permite compartir contenido de forma anónima. Los colgó un usuario llamado EMLEAKS, en referencia las siglas de Macron, sólo horas antes del cierre de campaña.
Poco se sabe del contenido de esos archivos porque los medios franceses no lo están publicando. Desde la Comisión Electoral les advierten que difundir los documentos de los Macronleaks puede tener consecuencias legales. Es el broche a un final de campaña convulso en el que la propia Le Pen sembró la duda sobre Macron.
Le Pen se refirió a una publicación de internet sobre una presunta cuenta de Macron en Bahamas que no ha podido ser confirmada. Tras su actuación en el debate, Le Pen ha perdido fuelle en los sondeos que le otorgan menos del 40% de los votos. Ahora está por ver si las filtraciones cambian o no esa tendencia.