Madeleine Albright, la primera mujer que ocupó el puesto de secretaria de Estado de EEUU, ha fallecido este miércoles a los 84 años. Su familia ha informado en un comunicado que Albright, que ocupó el cargo entre 1997 y 2001, ha muerto debido al cáncer y rodeada de sus seres queridos.
Nacida en Checoslovaquia en 1937, huyó de los nazis siendo una niña durante la Segunda Guerra Mundial y acabaría convirtiéndose en la primera mujer en liderar la diplomacia estadounidense. Defensora de la expansión de la OTAN, presionó para que la Alianza interviniera en la guerra de los Balcanes y buscó reducir la proliferación de armas nucleares.
Albright se convirtió en embajadora de Estados Unidos ante la ONU en 1993 y presionó para adoptar una postura más dura contra los serbios durante la guerra en Bosnia. También adoptó una línea dura cuando en 1996 aviones de combate cubanos derribaron dos aviones desarmados con base en Estados Unidos.
Fue una figura central en la segunda administración de Bill Clinton, nominada como secretaria de Estado y confirmada por unanimidad para el puesto en 1997, mantuvo el cargo hasta el año 2001. Un año antes, en 2001, viajó a Pyongyang para reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-il, convirtiéndose en el más alto funcionario estadounidense en visitar el país tras la guerra en la península de Corea.
Considerada un icono feminista en Estados Unidos, una de sus más famosas frases fue: "Hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no ayudan a otras mujeres".
Biden: "Sus manos cambiaron el rumbo de la historia"
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha lamentado el fallecimiento de Albright a través de Twitter, donde ha aseverado que la ex secretaria de Estado "fue una fuerza para la bondad, la gracia y la decencia, y para la libertad".
"Las suyas fueron las manos que cambiaron el rumbo de la historia", ha agregado el mandatario demócrata, que ha concluido afirmando que él y la primera dama, Jill Biden, la echarán de menos, y enviando su "amor y oraciones" a la familia.