De los 15 menores fallecidos, ocho perecieron en el campo de desplazados de Rukban, situado en la zona fronteriza entre Siria y Jordania, afirmó el organismo de la ONU en un comunicado.
Mientras los otros siete perdieron la vida al huir de la localidad de Hayin, lugar en el que las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, llevan a cabo una ofensiva militar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Unicef subrayó que "la mayoría" de los niños fallecidos tenían menos de cuatro meses "y el más joven solo una hora" de vida. El director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Geert Cappelaere, aseguró en la nota que en el campamento de Rubkan, donde se calcula que viven alrededor de 45.000 personas, el 80% de los civiles son "mujeres y niños".
"El frío extremo y la falta de atención médica para las madres antes y durante el parto, y para los recién nacidos, han exacerbado las condiciones ya de por sí terribles para los niños y sus familias", aseveró Cappelaere.
También mencionó la situación en el este de Siria, concretamente en la localidad de Hayin, en la provincia de Deir al Zur (este), dónde "la violencia ha desplazado a unas 10.000 personas desde el mes de diciembre", dijo el director.
Según Cappelaere, las familias se enfrentan a dificultades "para salir de la zona de conflicto" y esperan "en el frío durante días sin refugio o suministros básicos". Esta salida de los desplazados "mató a siete niños" y la mayoría "menores de un año", continuó.
Unicef hizo un llamamiento para que "todas las partes implicadas en el conflicto" faciliten el acceso a la "asistencia médica" con el fin de salvar las vidas de los habitantes de Hayin y del campamento de desplazados de Rubkan, "así como de otras partes en Siria".