Al menos 29 de los 38 fallecidos en el incendio en un psiquiátrico de las afueras de Moscú, se quemaron vivos. Los otros siete murieron por inhalación de humo, según han informado las autoridades rusas tras rescatar 36 cuerpos del lugar de la tragedia.
"En estos momentos hemos rescatado del edificio quemado 36 cuerpos. Siete tienen signos de intoxicación por inhalación de humo, mientras que el resto murieron quemados", ha explicado la protavoz del Comité de Instrucción -CI- regional, Irina Guménnaya.
Tan solo dos pacientes lograron sobrevivir en el incendio después de que una enfermera les sacara del edificio en llamas.
Los investigadores manejan varias versiones sobre las causas del fuego. Entre ella el incendio premeditado, aunque ésta posibilidad no es la más probable, ha apuntado Guménnaya a las agencias locales.
"Contemplamos todas las versiones, incluido el incendio premeditado", aunque las versiones más probables, según la portavoz del CI, son un cigarrillo mal apagado o un cortocircuito.
Más de 40 expertos trabajan en el lugar de los hechos para aclarar cuanto antes lo sucedido.
Mientras, un testigo presencial ha afirmado que una enfermera del psiquiátrico habría asegurado que el fuego fue ocasionado por un joven paciente que prendió un sofá dentro del edificio.
A la pregunta de la enfermera si había incendiado un colchón, el paciente respondió que prendió fuego al sofá, según el testigo.