El actor secundario vuelve a ser protagonista. Nicolás Maduro vuelve a sustituir a Chávez, cada vez más cómodo en el papel principal. Es un día importante para Venezuela: la Asamblea Nacional debate la memoria del año pasado, una labor que debería presidir el Jefe de Estado.

Pero a falta de Chávez se vuelve a poner él. Le sustituye pero no le quita el puesto: "El único presidente que tenemos se llama Hugo Chávez". Una idea que Maduro repite como un mantra a lo largo de su intervención.

Anuncia hasta nuevos nombramientos, ordenados desde Cuba por el propio presidente, como el del nuevo ministro de exteriores, Elías Agua. Un puesto que hasta ahora ocupaba el propio Maduro.

La oposición ya no sabe qué pensar. Mientras se desvela todo este misterio, la única evidencia cierta es la imagen de hace un mes, en la que Hugo Chávez sube por su propio pie al avión presidencial rumbo a Cuba. A partir de ahí, entre aplausos, se le pierde la pista.