La niña, que cuidaba un rebaño familiar en las cercanías del poblado rural de Lalla Rehamna (región de Marrakech), había abandonado la escuela por la lejanía de su casa y por tener que ayudar a su familia con el ganado.

Un día fue agredida por un vecino, que la amenazó con un arma blanca y la violó. Más tarde, el agresor regresó con un grupo de amigos que la violaron por turno. El grupo regresó en repetidas ocasiones a violar a la muchacha, a la que amenazaron con "difamarla" si se atrevía a denunciar los hechos.

Sin embargo, en el segundo mes de embarazo se lo contó a su madre, quien puso una denuncia ante la policía, lo que llevó a la detención de un adulto y tres menores que ahora son juzgados en Marrakech. El equipo médico que atendió a la menor durante su embarazo le ha prohibido abandonar la clínica, ante las secuelas psicológicas que le dejaron las múltiples agresiones.