Ha sucedido en el condado de Wolfe, en Kentucky, Estados Unidos. Un niño de cuatro años paseaba con sus padres por el bosque nacional Daniel Boone cuando se despistó y se cayó por un acantilado.
Según relatan los servicios de emergencias, el pequeño se golpeó en varias 'repisas' que fueron frenando su caída, a lo largo de un acantilado de unos 20 metros de altura.
Sin pensárselo, el padre del menor se descolgó por el acantilado hasta conseguir llegar a él. Una vez junto al pequeño, le cogió en brazos y le llevó, cruzando el río, hasta la carretera más cercana en la que les esperaban los servicios de emergencia.
Allí mismo le examinaron y descubrieron que milagrosamente, el pequeño sólo tenía algunos rasguños y hematomas. Además, hablaba con mucho entusiasmo de superhéroes. Aunque , según los servicios de emergencias "el único superhéroe presente allí era él".