De esta forma ha inaugurado Barack Obama la cena de corresponsales de la Casa Blanca celebrada la noche del sábado en Washington. El primer momento distendido del que ha disfrutado en público tras un par de semanas en las que se ha enfrentado al atentado de Boston, y a la tragedia en la planta de Texas.

"Hemos tenido días terribles, pero incluso cuando los días parecen oscuros, hemos visto la humanidad brillar como nunca", dijo el presidente.

En la fiesta también hubo momentos para el humor. Barack Obama, que aseguró que ya no es "ese fornido joven musulmán socialista que solía ser", ha confesado su estrategia para esta nueva legislatura: "copiar el peinado de mi mujer".

También jugó con la idea de tener su propia película. Una que Steven Spielberg ha imaginado protagonizada por su actor fetiche: Daniel Day-Lewis.

Rizando el rizo, Obama  ha interpretado al actor ensayando caracterizado para el papel de sí mismo.

Uno de los presentadores de televisión de moda, Daniel O´Brien, también bromeó con su releección. "Si en 1995 me dicen que reelegiríamos a un presidente afroamericano llamado Hussein en mitad de una crisis económica, te diría que seguramente habría tenido como contrincante a Mitt Romney".

Y parece que a Obama le gustó la ocurrencia.