El ambiente de guerra civil que respira Libia ha convertido el país en un paraíso para los traficantes de personas y un territorio del que huir. Cada día, cientos de libios tratan de abandonar su país de origen jugándose la vida al cruzar el Mediterráneo. Una sola patrulla de guardacostas libios intercepta diariamente a un centenar de personas y Frontex, la agencia encargada de la cooperación fronteriza entre países de la UE, alerta de los riesgos a corto plazo: 2015 puede ser un año récord para la llegada de inmigrantes a las costas de Europa. Vice News ha conseguido grabar la odisea de estas personas para dejar atrás el infierno libio.