El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, ha firmado la nueva ley que prohíbe el abortoen ese estado desde el momento de la fecundación, lo que la convierte en la norma más restrictiva de Estados Unidos en lo que respecta a la interrupción voluntaria del embarazo.
Dicha legislación, que permite emprender procesos penales contra cualquier persona que ayude a una mujer a abortar, ha entrado en vigor de forma inmediata tras la firma del gobernador, que ha defendido que "la vida comienza desde la concepción". Previamente, las cuatro clínicas que practicaban abortos en el estado habían dejado de hacerlo ante la inminente prohibición.
La citada ley, aprobada por ambas cámaras del estado, prohíbe cualquier aborto a partir de la fertilización, excepto cuando la vida de la madre corra peligro o cuando el embarazo sea resultado de una violación o incesto.
Además, siguiendo la línea de la polémica ley aprobada el año pasado en Texas, dicha legislación permite a los ciudadanos denunciar a cualquier compañía o persona que ayude a una mujer en la interrupción de su embarazo. Oklahoma ya tiene en vigor una ley que, como la de Texas, prohíbe los abortos a partir de las primeras seis semanas de gestación. Además, otra norma, firmada por el gobernador en abril y que debería entrar en vigor este verano, prohíbe cualquier interrupción del embarazo salvo para salvar la vida de la madre.
La prohibición del aborto en Oklahoma se ha aprobado ante la expectativa de que el Tribunal Supremo de EEUU, de mayoría conservadora, tumbe en junio la sentencia 'Roe versus Wade', que desde 1973 protege el derecho constitucional al aborto en todo el país. Se estima que más de la mitad de los estados, gobernados por conservadores, podrían prohibirlo tras ese fallo judicial.
El Center for Reproductive Rights, que ha anunciado que intentará bloquear la ley de Oklahoma en los tribunales, ha lamentado que el estado se haya convertido en el primero de EEUU que logra prohibir el aborto con 'Roe v. Wade' todavía en vigor.