Los organizadores del festival Oktoberfest han anunciado la prohibición de la canción 'L'amour tojours', del DJ italiano Gigi D'Agostino, después de que la semana pasada cobrara protagonismo un vídeo en el que un grupo de jóvenes ultras alemanes coreaban consignas xenófobas y racistas al ritmo de dicho tema.
"Queremos prohibirla y la prohibiré. No hay lugar para toda esa basura de derechas en el Wiesn", ha manifestado el encargado de la Fiesta de la Cerveza de Múnich, Clemens Baumgärtner, en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA.
Aunque Baumgärtner ha reconocido que la canción en sí misma no puede considerarse como de extrema derecha, el organizador del Oktoberfest ha destacado que esta sí ha cobrado "una clara connotación ultraderechista" después de los últimos acontecimientos.
Así las cosas, ha destacado que el festival es "apolítico" y una celebración "hermosa y alegre" que acoge a miles de invitados desde todas las partes del mundo. Oktoberfest se guarda el derecho de prohibir consignas y contenidos ultraderechistas, y ahora se ha acogido a ello.
La polémica saltó la semana pasada después de que circulara en redes sociales un vídeo en el que un grupo de jóvenes corean a la salida de un bar en la exclusiva isla de Sylt consignas xenófobas y racistas, del tipo "¡Fuera extranjeros!" y "Alemana para los alemanes", al ritmo de la citada melodía.
Varios dirigentes alemanes, entre ellos el propio canciller Olaf Scholz, salieron al paso para condenar públicamente unos hechos que tachó de "inaceptables". "No podemos tolerarlo", manifestó el mandatario, que ya adelantó que el Ejecutivo trabaja para prevenir que este tipo de comportamientos "se extiendan" en la sociedad.
En la grabación, de apenas unos segundos y difundida ampliamente en redes sociales, hombres y mujeres jóvenes gritan las consignas racistas entre risas. Un hombre imita aparentemente con sus dedos el bigote de Adolf Hitler, líder del régimen nazi.
La Policía ya ha confirmado que investiga si este vídeo puede ser constitutivo de algún tipo de delito. No en vano, la legislación alemana prohíbe no sólo la incitación al odio sino expresamente el uso de lemas o símbolos nazis.
Los responsables del bar junto al que se grabaron las imágenes se han desmarcado de su contenido, "profundamente conmocionados". "Si hubiéramos tenido conocimiento del incidente, habríamos expulsado a los clientes en cuestión. No hay lugar para el racismo", han declarado.