El pequeño Omran se ha convertido en la imagen del horror que se está viviendo en Siria. Su imagen, ensangrentado y sentado inmóvil en la parte trasera de una ambulancia está recorriendo el mundo, y concienciando a la población de la situación que se vive en dicho país.
En las imágenes, se puede ver el rescate de varios niños tras un bombardeo en la ciudad de Alepo, y Omran, cubierto de polvo y de sangre, ni siquiera llora mientras se toca una brecha en la cabeza. Sin embargo, su rostro inmóvil transmite mucho más.
En dicho bombardeo, han muerto tres civiles, que se suman al medio centenar que lo han hecho en la última semana. La situación humanitaria está al borde del colapso por la escalada del conflicto.