La vuelta gradual a la normalidad estos días en varios países europeos incluye la vuelta al colegio de millones de niños, que son un grupo de edad que en general ha mostrado tendencia a ser asintomático o a desarrollar una versión leve del COVID-19, aunque su rol como transmisor del virus todavía no está del todo claro.
"En estudios que se han hecho en hogares hemos visto que el virus se transmite de adultos a niños, en algunos casos a la inversa, pero mucho menos", sostuvo la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kherkove.
La OMS afirma que para decidir sobre la reapertura de las escuelas las autoridades deben tener una comprensión clara del nivel de transmisión del virus en la zona y si es posible imponer un distanciamiento físico entre los alumnos, incluidos en los periodos dedicados a la comida y al recreo.
Evitar una segunda ola
Los países que aplicaron medidas drásticas para contener el nuevo coronavirus pueden evitar una segunda ola de contagios si son capaces de identificar rápidamente brotes en grupos, como lo está haciendo Corea del Norte, China y Alemania, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Con medidas de distanciamiento social, higiene, con una población alerta y educada, capaz de controlar sus propios riesgos; y con un sistema capaz de detectar nuevos casos, rastrear contactos y aislarlos se puede evitar segunda ola", dijo el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
La OMS no ha ocultado cierta aprehensión a medida que más y más países van relajando el confinamiento de sus poblaciones, permitiendo el retorno gradual al trabajo y de los niños a los colegios, por el riesgo de que un retorno demasiado rápido a la normalidad sea el anticipo de nuevos e incontrolables rebrotes.
Corea del Sur, donde se detectó el primer caso de coronavirus fuera de China a mediados de enero, ha comunicado de un rebrote en una zona de vida nocturna en Seúl, mientras que China ha informado de un primer grupo de casos en la ciudad de Wuhan, donde se cree que se inició la pandemia y el confinamiento empezó a levantarse hace un mes.
También Alemania ha reportado un aumento de casos desde que se aligeraron las restricciones de movimiento y las autoridades han reconocido que el número de contagios por cada persona infectada ha vuelto a subir por encima de uno.
Escasa inmunidad contra el virus
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y sus principales consejeros en la lucha contra el COVID-19 volvieron a defender hoy que los países deben mantener un conjunto de medidas que les permita mantener a raya al virus, al menos hasta que una vacuna esté disponible.
"Los estudios serológicos iniciales reflejan que un porcentaje relativamente bajo de la población tiene anticuerpos al COVID-19, lo que significa que la mayoría de las poblaciones todavía son susceptibles al virus", explicó Tedros en una rueda de prensa virtual.
Ryan agregó que si la enfermedad persiste, incluso a un nivel bajo, en países que no tienen la capacidad de investigar grupos (de infectados) e identificarlos, "el riesgo de que la enfermedad se dispare existe".
"No hay que cometer los errores de la primera vez, cuando se pensaba que era una enfermedad leve y no se la tomó en serio", dijo el alto responsable, quien criticó la apuesta que hicieron algunos gobiernos de permitir cierto nivel de contagios con la idea de que eso generaría una inmunidad colectiva.
"Esta idea de que los países que han hecho poco van a alcanzar una inmunidad de grupo y que bueno, se perderá a algunas personas en el camino, es un cálculo muy peligroso. Necesitamos tener las prioridades claras conforme entramos en la próxima etapa de esta lucha", recalcó.