Según la Secretaría General de la ONU, "la misión se está preparando para realizar actividades de investigación 'in situ'", según el comunicado publicado poco después de que el Gobierno sirio aprobara "con efecto inmediato" la entrada de la misión en todas las zonas donde presuntamente se han perpetrado ataques biológicos.

Pero, en particular, la Secretaría General ha ordenado al jefe de la misión, el doctor sueco Ake Sellstrom, "que se concentre en recabar información sobre el incidente del 21 de agosto", en referencia al supuesto ataque biológico en la zona de Ghouta, al este de Damasco, que, según Médicos sin Fronteras, costó la vida a al menos 335 personas y dejó más de 3.200 afectados.

El Gobierno sirio ha asegurado que prestará "la cooperación necesaria" y respetará el alto el fuego declarado en el lugar del presunto ataque, donde la misión de Naciones Unidas realizará la investigación.

La ONU termina su comunicado reiterando que tanto Gobierno como rebeldes "comparten la misma responsabilidad" a la hora de generar "de manera urgente" un "entorno seguro para que la Misión haga su trabajo con eficacia y aporte toda la información necesaria".