La aprobación del Pacto Europeo de Migración está en el aire tras el rechazo rotundo a la medida de Polonia y Hungría. Se esperaba que los líderes de los países y las instituciones de la UE llegaran a un acuerdo en la reunión informal que está teniendo lugar en Granada sobre el Reglamento de Crisis, la última pieza del Pacto Europeo de Migración y Asilo que quedaba por encajar. Sin embargo, Orban y Morawiecki alejan esta opción.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha tensionado la Cumbre tras responder a preguntas de laSexta sobre si hay o no acuerdo de migración. Orban, en tono duro, ha respondido a Ana Pastor asegurando que la Unión Europea ha "violado" y "forzado" a Hungría y Polonia a aceptar los recientes acuerdos sobre el pacto de migración y asilo, puesto que ambos países votaron en contra pero fueron aprobados sin su visto bueno.
"No hay ninguna posibilidad de tener ningún tipo de compromiso o acuerdo en migración, políticamente es imposible", ha aseverado en plena Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE en Granada. "No solo hoy, sino hablando en general para los próximos años. Legalmente se nos ha violado, se nos ha forzado a elegir algo que no queremos", ha añadido el primer ministro húngaro.
En el organismo europeo no han gustado las palabras de Orban. La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, han mostrado sus malestar con las declaraciones del presidente húngaro.
Los Veintisiete tienen previsto aprobar la llamada Declaración de Granada en su reunión de este viernes, pero la postura de Hungría y también Polonia puede hacer descarrilar el texto, que en principio incluiría un capítulo sobre migración. Este acuerdo, impulsado por Giorgia Meloni, es duro con la política migratoria, pero parece insuficiente para Viktor Orban.
Por el momento, la presidenta de la Comisión Europea ya ha respondido al primer ministro húngaro. "Hay que ser claros: tenemos nuestras obligaciones internacionales, las cumpliremos. Lo hemos hecho en el pasado, lo hacemos ahora, pero seremos nosotros como europeos quienes decidamos quién entra en Europa y en qué circunstancias, y no los traficantes", ha aseverado.
El escollo, según han explicado fuentes europeas a EFE, es que Budapest y Varsovia están intentando incluir una frase en el documento que diga que los acuerdos a Veintisiete sobre migración deben tomarse por unanimidad, una afirmación controvertida porque legalmente se toman por mayoría cualificada.
Polonia se opone "rotundamente"
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha rechazado "rotundamente" el pacto para repartir migrantes entre los Estados miembros según un plan "dictado" por la Comisión Europea y Berlín. "Polonia pone un fuerte veto a tal posición. Se lo dije ayer a muchos primeros ministros y, curiosamente, muchos están de acuerdo conmigo pero tienen miedo de este dictado que viene de Bruselas y Berlín. No tenemos miedo de este dictado, ya lo hemos demostrado", declaró Morawiecki a su llegada a la cumbre de la UE que se celebra en Granada.
El jefe de Gobierno de Polonia, del partido ultranacionalista Libertad y Justicia (PIS), se opone a ese acuerdo y acusó a Bruselas de urdir el plan de reparto de migrantes pactado en el Consejo de la UE en connivencia con su rival político, el ex primer ministro polaco y anterior presidente del Consejo Europeo, el democristiano Donald Tusk. "Bruselas, con el apoyo del partido de Tusk, empezó a implementar ese plan, es decir, aceptar inmigrantes ilegales, inmigrantes, y para aquellos países que no quieren aceptar inmigrantes ilegales, imponer medidas draconianas", dijo Morawiecki.
El líder polaco añadió que reiterará al resto de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la reunión de este viernes que Polonia "rechaza rotundamente" el plan migratorio por varias razones, empezando por "la seguridad". "La situación de la seguridad, ya sea en Francia, en los Países Bajos o en otros países, se ha vuelto claro que la causa de esta falta de seguridad en las calles son los inmigrantes ilegales", lanzó Morawiecki, que atribuyó a los migrantes irregulares "el 70 % de los delitos" en Francia o Suecia.
Apuntó que Suecia ha tenido que recurrir al Ejército para hacer frente a la violencia de las pandillas y dijo que Francia ha desplazado a los servicios especiales a Marsella, ciudad portuaria donde el crimen organizado está muy implantado. "Queremos paz y seguridad y queremos previsibilidad. El gobierno de Ley y Justicia es predecible. Lo que hicimos hace cinco años es lo mismo hoy y en el próximo Consejo. Esta es la decisión de los votantes, defenderemos el derecho de los polacos a la seguridad", ha concluido.