Entre aplausos fue recibido el dispositivo policial que actuó en el interior del Museo del Bardo durante el atentado en Túnez. Uno a uno, los policías que participaron en el asalto para liberar a los rehenes salieron del museo y fueron vitoreados. La ovación más sentida la recibió "Akeel", un joven pastor alemán que murió durante el transcurso de la operación.