Pablo González Yagüe, periodista ruso español encarcelado por Polonia acusado de ejercer como espía para Rusia, logró infiltrarse en instalaciones militares ucranianas, en la mayor central energética de Polonia, en la boda de una oficial del ejército americano en la república de Georgia, y hasta en una Asamblea de la OTAN.

Según ha informado El Mundo, las autoridades polacas que están investigando el caso han intervenido en sus dispositivos electrónicos una batería de informes que detallan estas y otras operaciones similares.

Al parecer, el reportero, que también manejó la identidad rusa de Pavel Rubtsov, redactó un informe en 2016 bajo el título 'Viaje de negocios a Ucrania'. En dicho documento, según desvela el medio antes citado, González relató su incursión en instalaciones militares ucranianas. Al parecer, en aquella ocasión su objetivo era "informarse sobre cuestiones políticas y, en particular, sobre temas militares".

Para lograr infiltrarse y conseguir dicha información, le indicó a las autoridades ucranianas que su labor periodística estaba motivada por un trabajo de fin de máster, así como por una colaboración con el diario vasco 'Gara'.

En concreto, utilizó como excusa el 30 aniversario de la catástrofe de Chernobyl. Además, aseguró que también estaba preparando un reportaje sobre la comunidad LGTBI ucraniana.

En ese desplazamiento también tuvo contacto con una persona llamada Alena Sytnik, a la que pidió ayuda para visitar un campo de adiestramiento militar ubicado en Lviv y a la que le mostró interés para acceder a la oficina de enlace de la OTAN. Ambos mantuvieron acto seguido una cita con un amigo de su contacto, Taras Dziuba, que le ayudó a tramitar los permisos con el Ministerio de Defensa.

Finalmente, el reportero fue recibido en marzo de 2016 por el coronel Taras Grenn, que le dio acceso -junto al fotógrafo Juan Teixeira- a las instalaciones militares y le permitió mantener conversaciones con instructores estadounidenses y canadienses y asistir a al menos tres ejercicios militares diferentes llevados a cabo por las tropas ucranianas.

En los informes que trasladaba al Servicio de Inteligencia Militar ruso, González utilizaba el vocabulario de Moscú, que señala como antirruso o rusofóbico a cualquier profesional que rechace las políticas del Kremlin. De la misma manera, todo el que no sea favorable o neutral ante las acciones de Moscú es un operativo de los servicios de inteligencia americanos.

Por otro lado, entre los documentos más destacados se encuentra el que tuvo como objetivo la sesión de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN que se celebró entre el 26 y el 29 de mayo en la localidad georgiana de Tiflis, en el que señalaba que habían sido preparadas "con el fin de presentar a la Federación Rusa como un peligro para la OTAN".