El papa Francisco sostiene que solo renunciaría en el caso de que el cansancio le "impidiese ver las cosas con claridad" o por un problema físico. Así lo indica el pontífice en una entrevista que emitirá la Radio Suiza a pocos días del décimo aniversario de su pontificado y que este viernes avanzan medios italianos.
"Un cansancio que no te hace ver las cosas con claridad. La falta de claridad, de valorar las situaciones. Incluso el problema físico, puede ser", precisa Francisco sobre la posibilidad de renunciar al pontificado como hiciera Benedicto XVI. Al respecto, asegura que pregunta a gente que le conoce o a "cardenales inteligentes" cómo van las cosas y que por el momento le dicen "que va bien". "Pero, por favor: gritad a tiempo", les pide no obstante, para que le avisen cuando vean que algo no funciona.
Francisco ya adelantó en una entrevista con 'ABC' que había dejado escrita una carta de renuncia, como ya hicieran en el pasado otros pontífices, en caso de sufrir un grave problema de salud.
A la pregunta de cuánto ha cambiado después de una década de pontificado, Francisco responde así: "Soy viejo. Tengo menos resistencia física, lo de la rodilla fue una humillación física, aunque ya está sanando bien". Asimismo, reconoce que al principio le daba "un poco de vergüenza" tener que usar la silla de ruedas. A la pregunta de cómo se imagina "el más allá" tras la muerte, admite: "No puedo imaginarlo. No sé qué será. Solo pido a la Virgen que esté a mi lado".
Una Tercera Guerra Mundial
Por otra parte, el pontífice afirma en esta entrevista que actualmente estamos viviendo una Tercera Guerra mundial que "comenzó a trozos, pero ahora nadie puede decir que no es global". "Los grandes poderes están todos enredados. El campo de batalla es Ucrania. Todos luchan allí. Esto sugiere la industria de las armas. Se combate la guerra, se venden armas viejas, se prueban otras nuevas", reflexiona.
Sobre qué le diría al presidente ruso, Vladímir Putin, señala: "Le hablaría claramente como hablo en público. Es un hombre culto". "El segundo día de la guerra estuve en la embajada rusa ante la Santa Sede para decir que estaba dispuesto a ir a Moscú con la condición de que Putin me dejara una ventana para negociar. Lavrov me escribió agradeciendo pero no es el momento. Putin sabe que estoy disponible. Pero allí hay intereses imperiales, no solo del Imperio Ruso, sino de otros imperios. Es propio del imperio poner en segundo lugar a las naciones", añade.
Respecto a Europa, Francisco destaca que "ahora mismo tiene muchos políticos jóvenes, jefes de gobierno o ministros" y que siempre les dice que dialoguen entre ellos. "Ese es de izquierda, tú eres de derecha, pero eres joven, habla. Es el momento del diálogo entre los jóvenes", subraya.