Su canonización se produce después de que la Iglesia Católica haya aprobado por unanimidad la "curación extraordinaria" de un hombre brasileño en 2008 que se encontraba en fase terminal por graves problemas cerebrales.

El supuesto milagro se obró en diciembre de aquel año, cuando el enfermo, ya en coma, iba a ser operado, si bien por problemas técnicos la intervención quirúrgica tuvo que ser pospuesta durante media hora.

Al regresar al quirófano, según narra "Avvenire", el doctor se encontró al paciente sentado, asintomático, despierto, perfectamente consciente y preguntándose qué hacía ahí. El médico explicó durante la fase de estudio de este supuesto milagro que no ha visto "nunca un caso como este" y que todos los pacientes similares que había tratado en sus diecisiete años de profesión habían fallecido.

Los análisis sucesivos sobre el paciente han revelado la curación de la patología cerebral en un lapso de tiempo breve y sin secuelas, por lo que el hombre ya ha podido retomar su vida y su trabajo.

Las pruebas testimoniales durante el proceso de estudio de este suceso refirieron que las personas próximas al paciente rezaron mucho a la Madre Teresa, beata de la que la esposa del paciente es especialmente devota.

El estudio de este milagro dio inicio en junio de este año en la diócesis brasileña de Santos y con su aprobación por parte del papa se pondrá fin a un proceso por el que ya fue beatificada en 2003, durante el pontificado de Juan Pablo II.