El papa ha presidido un insólito Via Crucis marcado por la pandemia de coronavirus desde un palco en medio de la Plaza de San Pedro completamente vacía y sólo iluminada por la luz de las velas.
La plaza de San Pedro ha sido completamente blindada a los fieles por la policía italiana, que ha realizado exhaustivos controles. El sacerdote italiano, Marco Pozza, capellán de la cárcel de Padua, ha portado la cruz al principio del recorrido.
Un condenado a cadena perpetua, un sacerdote acusado falsamente de pederastia, la madre de un chico en prisión, un agente de policía penitenciario o una catequista son algunas de las personas que han escrito este año las reflexiones del Vía Crucis del Vaticano.
El sábado 11 de abril, Francisco entrará en procesión a la Basílica de San Pedro a oscuras portando el cirio Pascual para celebrar la Vigilia Pascual y finalmente el 12 de abril, Domingo de Resurrección, presidirá la misa en la Plaza de San Pedro a las 10:15 horas, tras la cual dará al mundo entero la bendición 'Urbi et Orbi'.