Tres meses después de los atentados de París, la zona cero recupera su habitual trasiego, pero no olvida. En 'Le Carrillon', el café atacado por los yihadistas, han desaparecido las velas y las flores, pero no la herida. Estos murales recordarán que frente al terror, triunfa la libertad guiando a su pueblo y un lema: París está tocado pero no hundido.