Los soldados ucranianos cuentan con un nuevo compañero entre sus filas que podría convertirse en un aliado fundamental para ellos en el frente. En concreto, se trata de los perros robot, destinados sobre todo al reconocimiento y detección de minas.
Ágiles, rápidos y sigilosos, estos canes robóticos son el último refuerzo de Ucrania para enfrentarse a Rusia. De fabricación británica, entre sus labores está la detección de minas, la inspección de trincheras enemigas y el transporte de munición y medicamentos.
Los especialistas ucranianos que las manejan aseguran que su función "salva vidas", evitando que soldados de carne y hueso se expongan a los peligros de ejecutar esas mismas acciones.
Pueden trabajar hasta tres horas sin parar porque se desplaza gracias a una batería que les proporciona autonomía.
En concreto, reciben el nombre de 'Bad One' y pueden convertirse en algo fundamental en el desarrollo de la guerra, reduciendo bajas y dando una visión más fiel de lo que espera al otro lado en esas zonas hostiles.
En los últimos años, no son pocos los ejércitos que están incluyendo a estos novedosos animales robóticos en sus filas. Algunos, incluso, equipados no solo con cámaras, también con metralletas, pudiendo eliminar a cualquier adversario sin siquiera ser vistos.