El primer ministro de Israel se erige hoy en garante de un futuro mejor, a salvo del «terror». Para israelíes, para palestinos, para el mundo.
"Israel va a asumir —por un período indefinido— la responsabilidad general de seguridad porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos: un estallido del terrorismo de Hamás en una escala que no podíamos imaginar”, ha afirmado en entrevista exclusiva para el noticiario estrella de la cadena estadounidense ABC.
El plan real: dominio total de la Palestina histórica
Pero frente a este mesiánico mensaje, lección de historia reciente: "Es el mismo Israel, con el mismo Netanyahu, que no ha atendido ni al bienestar ni a la seguridad de la Franja. El mismo Israel, el mismo Netanyahu, que han permitido a Hamás campar a sus anchas porque le servía para fragmentar la resistencia palestina". Lo recuerda Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, en 'Al Rojo Vivo'.
Y aunque el premier israelí se cuida mucho de hablar en clave política, apuntando incluso quien ¿gobernaría? esa nueva Palestina —"aquellos que no quieran seguir el camino de Hamás" dice, lacónico— es un anuncio muy preocupante, señalan los expertos. Porque es un Israel cada vez más extremista el que enseña la patita de sus intenciones reales: explica Núñez que "el plan es el dominio total de la Palestina histórica. Y sólo hay una manera de que se cumpla: si antes llevan a cabo una limpieza étnica a escala de que todos los palestinos desaparezcan de ahí".
La estrategia actual: una nueva Nakba
De momento, la estrategia pasaría por intentar forzar otra Nakba, otro gran éxodo, una nueva gran castástrofe árabe-palestina, señalan los analistas: "Ahora mismo, buscan hacer la vida insoportable a todos los que no sean judíos israelíes; crear una situación que convenza finalmente a los palestinos para que se vayan". Por ejemplo, con «asedios dentro del asedio» —en palabras de las ONG sobre el terreno— como el que viven medio millón de personas en esa 'Gaza Norte' que Israel tiene ya cercada. O convirtiendo la Franja en «un gran cementerio de niños», como denuncia el Secretario General de la ONU. Con epicentro en la Ciudad de Gaza, en la que las Fuerzas de Defensa Israelíes estaría a menos de 48 horas de entrar con todo, según se ha filtrado a especialistas y medios internacionales.
"La gran duda ahora es si cuando ocupen el norte de la Franja van a introducir a israelíes que se queden a vivir allí o no", es lo que señalaría la diferencia a medio-largo plazo, apunta Yago Rodríguez, director de 'The Political Room', en ARV. Que apostilla: "Está claro que Israel (Netanyahu) no tienen rumbo político claro, hace unas semanas dijeron que una fuerza internacional se haría cargo... y ahora que ellos; van improvisando". Algo bastante peligroso en una zona de por sí explosiva, con milicias de Líbano, Irán o Jordania a la expectativa para extender el conflicto.
Si todo esto se consuma, "es la peor de las soluciones, porque no deja alternativas; hace retroceder el reloj", añade el especialista en Seguridad y Defensa Jesús Manuel Pérez Triana en ARV.
Cuando se cumple un mes de estallido y la barrera de los 11.000 muertos se supera —más de 10.000 palestinos, 1.400 israelíes— la siguiente fase militar se anuncia complicada, larga y cruenta. Nubarrones muy negros se ciernen sobre el pueblo palestino, amenaza genocidio.