La policía australiana abatió de un disparo a un joven en la ciudad de Melbourne al que se acusaba de terrorismo y que logró apuñalar a dos miembros de las autoridades antes de su captura, según confirma el ministro de Justicia, Michael Keenan.

"La persona en cuestión era conocida por ser un supuesto terrorista y una persona de interés de las agencias de reforzamiento de la ley e inteligencia", afirmó Keenan en una breve comparecencia ante la prensa en la que comentó que el agente que disparó contra el joven lo hizo en defensa propia.

Las autoridades se han negado a dar detalles sobre el supuesto yihadista, aunque la prensa australiana ya ha divulgado que se cree que es un joven de 18 años que había amenazado al primer ministro, Tony Abbott.

Según los medios, al joven se le canceló el pasaporte recientemente para evitar que tomara parte en el conflicto de Siria o Irak.
También se apunta que la familia del fallecido procede de Afganistán y estaba supuestamente asociada al grupo islámico radical Al-Furqan, aunque aparentemente ya se había retirado de él.

Sin que se haya revelado el motivo, el joven atacó con un cuchillo a dos agentes, quienes se encuentran hospitalizados con heridas graves, aunque sus condiciones son estables, antes de caer abatido por otro policía.

La muerte del joven tiene lugar menos de una semana después de los operativos antiterroristas en las ciudades de Sidney y Brisbane y de que se revelara que los yihadistas aparentemente intentaban decapitar a civiles e incluso atacar el Parlamento australiano.

Según el Gobierno de Camberra, unos 60 yihadistas australianos combaten en Siria e Irak mientras otros 20 militantes ya han regresado al país.

Este mes Australia elevó la alerta terrorista al nivel "alto" ante la amenaza de atentados en medio de la ofensiva internacional contra el Estado Islámico en Siria e Irak, en la que contribuye en ayudas humanitarias y en la entrega de armas.