El subcomisario Neil Basu ha reconocido en una entrevista a la cadena BBC que Masood "claramente tenía interés en la yihad", pero hasta ahora los investigadores no han encontrado pruebas de que estuviese vinculado con Al Qaeda o Estado Islámico. Tampoco de que hubiese hablado de sus intenciones con otras personas.
"Sus métodos parecen estar basados en una baja sofisticación, baja tecnología, bajos costes", ha explicado. Basu ha dicho que estarían "copiados" de otros ataques y seguirían, "en términos de metodología", la doctrina marcada por la propaganda de Daesh.
Scotland Yard tampoco considera que Masood se radicalizase durante su estancia en prisión en 2003, después de ser condenado por un apuñalamiento. El terrorista, de hecho, no figuraba en los radares de los servicios de Inteligencia.
"Sé cuándo, dónde y cómo cometió Masood sus atrocidades, pero ahora necesitamos saber por qué. Sobre todo para las víctimas y sus familias", ha añadido Basu. El atentado concluyó con cuatro muertos y medio centenar de heridos, así como con el fallecimiento del atacante, abatido a tiros.