Polonia no enviará aviones de combate ni pilotos militares a Ucrania. Así lo ha afirmado este lunes el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que ha desmentido a preguntas de la prensa que el país vaya a ceder a las Fuerzas Aéreas ucranianas algunos de sus cazas de fabricación rusa a cambio de aviones F-16 de Estados Unidos.
"Polonia, en estrecha cooperación y coordinación con la OTAN, está tratando de reducir la escalada", ha indicado, apostillando que "Polonia y la OTAN no están en guerra con Rusia". "No proporcionaremos aviones de combate a Ucrania y tampoco pondremos a su disposición nuestros aeropuertos. Ya ofrecemos una ayuda significativa en muchas otras áreas", ha defendido Morawiecki.
El pasado martes, el presidente polaco, Andrzej Duda, ya rechazó el envío de cazas a Ucrania, pues, según dijo, "eso supondría una injerencia militar en el conflicto". Otros miembros del Ejecutivo polaco han asegurado este lunes que Varsovia es contraria a tomar esta decisión unilateralmente.
El viceministro de Interior, Mariusz Kaminski, ha señalado "la decisión sobre este tipo de ayuda debe tomarse a escala del conjunto de la OTAN. No debe darse el caso de que uno u otro país ayude solo". Por su parte, el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional, Pawel Soloch, indicó en una entrevista televisiva que "no hay decisiones con respecto a los cazas" y que por el momento Varsovia "no planea transferirlos a Ucrania", porque una decisión "se debe tomar por parte de los aliados".
Finalmente, el teniente general Waldemar Skrzypczak, excomandante de las Fuerzas Terrestres polacas, aseguró en la radio que, en su opinión, "alguien está interesado en introducir caos en la información, y en todo caso la entrega de este tipo de armas se haría en secreto".
Según la prensa polaca, el Ministerio de Defensa ruso considera que "los países que usen sus aeropuertos para abastecer a Ucrania con aviones de combate pueden ser considerados participantes en el conflicto".