Al presidente del Eurogrupo le ha dado un ataque de celos, después de que Angela Merkel respaldara a Luis de Guindos para ocupar ese cargo. El holandés Disselblum no quiere dejar la silla y afirma que aún le queda un año en el cargo y además pone en duda los méritos del español. Y esta rabieta ha provocado reacciones en el Congreso.