El fallido golpe de Estado del pasado viernes en Turquía ha causado la muerte de al menos 290 personas, informó el Ministerio de Exteriores turco en una nota enviada a los corresponsales extranjeros acreditados en el país. "Más de 100 conspiradores golpistas murieron. Las operaciones continúan. Desafortunadamente, más de 190 de nuestros ciudadanos hallaron la muerte", señala la nota.
Hasta ahora, el balance oficial de muertos era de 161 entre civiles, policías y soldados leales al Gobierno, mientras que el número de golpistas fallecidos oscilaba entre 20 y 104, según la fuente. El comunicado señala que hay más de 1.400 heridos y que más de 6.000 personas "han sido detenidos hasta ahora en operaciones contra el grupo terrorista", en referencia a los golpistas.
"El intento de golpe fue realizado, de manera obvia, por la Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", asegura la nota, utilizando el término con el que la Fiscalía describe desde el año pasado a la red de seguidores del predicador islamista Fethullah, exiliado en Estados Unidos. Gülen, antiguo aliado del Gobierno turco convertido luego en adversario, y a cuyos seguidores no se les han conocido hasta ahora discursos ni actos violentos, ha negado toda implicación en la asonada.
"El golpe fallido es el más reciente acto criminal que revela el peligro que supone la FETÖ", señala el comunicado de Exteriores, que destaca el papel de los ciudadanos, pero también el "rol clave" de los medios de comunicación a la hora de abortar el golpe.