El niño, identificado como Zabiulá, fue violado y asesinado por un grupo de individuos frente a un complejo gubernamental en la localidad de Maiman, donde se encuentran las oficinas del gobernador provincial y la sede regional de los servicios secretos afganos.

Durante la jornada del jueves unos 300 manifestantes se congregaron frente al recinto gubernamental para criticar que sus fuerzas de seguridad no intervinieran para evitar la violación.

El portavoz del gobernador provincial, Ahmad Jawid, afirmó que se abrió una investigación para hallar a los culpables y esclarecer el motivo por el que los policías que se encontraban en el puesto de control más cercano al lugar del suceso no hicieron nada.

Jawid aseguró que no habrá clemencia con los hombres que se encontraban de guardia y que estos serán juzgados y castigados si se demuestra que desoyeron las peticiones de auxilio del menor o fueron partícipes de su violación y asesinato.