"Rusia se verá obligada a fabricar y emplazar tipos de armamento que pueden ser utilizados no sólo contra los territorios de donde provenga la amenaza directa, sino también contra los territorios donde se encuentren los centros de toma de decisiones para el empleo de los sistemas de misiles que nos amenacen", dijo.
Putin hizo esta afirmación en alusión a la reciente salida unilateral de Washington del tratado de eliminación de misiles convencionales o nucleares de corto y medio alcance (INF) durante su discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
"Sabemos cómo hacerlo y pondremos en práctica estos planes tan pronto como esa amenaza se vuelva real", señaló. El líder ruso subrayó que las medidas serán tanto "simétricas como asimétricas", ya que "algunos de los misiles" que Washington podría emplazar en el continente europeo "tienen un tiempo de vuelo de 10-12 minutos hasta Moscú".
"Esta es una amenaza muy grande para nosotros. Esto agravaría radicalmente la situación en el ámbito de la seguridad internacional", denunció. Subrayó que, en todo caso, Moscú "no tiene intención, y esto es muy importante, de ser el primero en desplegar tales misiles en Europa".
A su vez, Putin aseguró que el Kremlin sigue dispuesto a negociar con EEUU en materia de desarme estratégico, pero matizó que "no está dispuesto tocar una puerta que está cerrada".
Al anunciar a principios de mes la salida de Rusia del tratado INF, en respuesta a la decisión unilateral de EEUU, el presidente ruso ya dijo que no iniciaría nuevas rondas de consultas sobre desarme con EEUU.