Vladímir Putin asegura que se ha desencadenado una "auténtica guerra" contra Rusia en la que promete la victoria. Así lo ha mantenido en su discurso del Día de la Victoria, en el que ha arremetido contra Occidente, tachando de "criminal" la ideología de supremacía que, según el Kremlin, defienden sus líderes.

"Contra nuestra Rusia de nuevo se ha desatado una auténtica guerra. Pero nosotros nos resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad", ha aseverado el mandatario durante el desfile militar en la Plaza Roja de Moscú, que este año se ha desarrollado entre fuertes medidas de seguridad.

"Hoy, la civilización está en un punto de inflexión decisivo", ha aseverado asimismo Putin, que ha acusado a las "élites occidentales globalistas" de sembrar la rusofobia, mientras los ucranianos -ha dicho- se han convertido en "rehenes de un golpe de Estado" y de las ambiciones de Occidente.

Así, Putin ha defendido que Rusia "no tiene pueblos enemigos y hostiles ni en Occidente ni en el Este", sino que anhela "un futuro pacífico, libre y estable", a la vez que ha acusado a Occidente de olvidar lo que ocurrió cuando la Alemania de Hitler persiguió el dominio mundial: "La ambición sin límites, la arrogancia y la permisividad desembocan inevitablemente en tragedia", ha advertido.

Acusa a Occidente de sembrar "odio y rusofobia"

"Cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal. En cambio, las élites globalistas siguen defendiendo su exclusividad, enfrentan a la gente y dividen a las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo", ha subrayado Putin, que haacusado a las potencias occidentales de "imponer su voluntad" y forjar "un sistema de saqueo, violencia y opresión" en la que se destruyen "los valores tradicionales que convierten al hombre en hombre".

"Parece que han olvidado a qué condujo la demencial aspiración de los nazis al dominio mundial, quién destruyó ese monstruoso y absoluto mal (...) y quién no escatimó vidas en aras de la liberación de los pueblos de Europa", ha afirmado, en alusión al Ejército Rojo.

Orgulloso de los soldados rusos en Ucrania

En cuanto a Ucrania, Putin ha asegurado que su pueblo vive una "catástrofe", pero no por la invasión que él mismo ordenó, sino porque "es rehén de un golpe de Estado y del régimen criminal instaurado como consecuencia, y de sus amos occidentales". "Es moneda de cambio en la realización de sus crueles e lucrativos planes", ha aseverado.

A su vez, el mandatario se ha mostrado orgulloso de los participantes en la "operación militar especial", como denomina el Kremlin a la invasión del país vecino, y ha asegurado que "todo el país" apoya a sus "héroes". "No hay ahora nada más importante que vuestra labor (...) En vosotros radica la seguridad del país, de vosotros depende el futuro de nuestro Estado y nuestro pueblo", ha afirmado en su arenga a las tropas.