Tras invadir Ucrania durante la pasada madrugada, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha afirmado este jueves que "no tenía otra opción" que atacar el país vecino para defender a Rusia de las amenazas de seguridad.
"Debe quedar claro: las cosas que están ocurriendo son una medida forzada", ha defendido durante una reunión con empresarios en el Kremlin. "Ellos simplemente no nos dejaron otra opción", ha añadido, después de guardar silencio durante todo el día tras ordenar una "operación militar especial" en Ucrania.
El mandatario, que ordenó el ataque en torno a las 06:00 horas (hora local) del jueves, sostiene que los riesgos de seguridad que se han generado para el país le hicieron tomar esta decisión. "Los riesgos en la esfera de la seguridad son tales que era imposible responder con otros medios", ha afirmado.
Putin se refería así al rechazo de Estados Unidos y la OTAN de conceder a Rusia las garantías de seguridad vinculantes que Moscú exigía, en las que se comprometerían a no ampliar la Alianza Atlántica más al este; es decir, a no incluir a Ucrania y a no emplazar armamento ofensivo cerca de las fronteras rusas.
"Para ser sincero, estoy incluso sorprendido de que no hayamos avanzado ni un milímetro en ningún asunto" de los que preocupan a Rusia, ha afirmado Putin, que ha insistido: "Repito: es una medida que nos hemos visto obligados a tomar, porque ellos [en Occidente] podían crear tales riesgos para nosotros que no está claro cómo nuestro país podría seguir existiendo".