Propuesta de la UE

En qué casos (más allá de una guerra en Europa) haría falta un kit de supervivencia

¿Por qué es importante?
Un kit de supervivencia puede ayudar a que los ciudadanos estemos preparados para sobrevivir, al menos durante 72 horas, ante diferentes situaciones críticas.

Kit de supervivenciaKit de supervivenciaPexels / Roger Brown

A partir de este verano, Francia enviará a todos sus ciudadanos un manual de instrucciones con los elementos imprescindibles que debería tener un kit de supervivencia básico, suficiente para mantener cierta independencia durante al menos las 72 primeras horas después de una situación crítica. En esta misma dirección, la Comisión Europea tiene entre manos una Estrategia de Preparación de la UE que prevé también, entre otras cosas, una especie de paquete de elementos necesarios para la supervivencia durante tres días, especialmente ante el estallido de un conflicto armado.

El conflicto entre Rusia y Ucrania estalló en febrero de 2022, pero tres años después el conflicto no sólo parece no tener fin, sino que se plantea un posible estallido que afecte a otros países europeos. Quizás sea estrategia con el fin de defender el aumento de gasto en rearme militar a nivel europeo —Ursula Von der Leyen tiene previsto movilizar 800.000 millones de euros para Defensa, mientras que Pedro Sánchez plantea elevar el gasto militar en España hasta alcanzar el 2%—, pero lo cierto es que Bruselas ve una "posibilidad realista" que haya una "agresión armada" que pueda afectar a uno o más Estados miembros de la UE.

Qué incluye un kit de supervivencia

Un kit de supervivencia puede ser más o menos completo, pero para que cumpla su función, ha de tener elementos básicos como:

  • Agua potable
  • Alimentos no perecederos
  • Ropa de abrigo
  • Manta de emergencia
  • Navaja multiusos
  • Medicamentos y un botiquín de emergencias
  • Linterna (con pilas de repuesto)
  • Velas y mechero
  • Documentación esencial como DNI o recetas médicas
  • Duplicado de llaves de casa y del coche
  • Dinero en efectivo

En qué casos podría hacer falta un kit de supervivencia

Dada la situación actual en Europa, parece que la principal amenaza para los europeos es una posible agresión armada. Sin embargo, una guerra en Europa no es el único supuesto en el que vendría bien tener preparado un kit de supervivencia. En los países nórdicos llevan tiempo preparándose: la Agencia de Contingencias Civiles de Suecia tiene un manual —'En caso de crisis o guerra'— que valora todas las posibilidades: si bien la "principal amenaza" para la libertad es la guerra, aborda otras "amenazas graves" a las que se pueden enfrentar los ciudadanos. Lo mismo ocurre en Finlandia, donde desde hace tiempo animan a los ciudadanos a estar "preparados" para actuar ante "diferentes situaciones", crisis o situaciones de emergencia con cierta antelación.

  • Eventos meteorológicos extremos
  • Epidemias o pandemias
  • Ciberataques a importantes sistemas tecnológicos
  • Crimen organizado
  • Cortes prolongados de electricidad y agua
  • Interrupciones prolongadas de internet o sistemas bancarios
  • Contaminación de agua

De olas de frío (o calor) a contaminación masiva de agua

En menos de dos semanas, en el mes de marzo de 2025, se sucedieron cuatro borrascas de alto impacto en España. Tras unos 15 días de lluvias continuadas, los embalses de prácticamente toda España se han ido llenando de manera considerable —hasta el punto de que se ha puesto de moda el turismo de embalses—, pero durante las continuas tormentas la situación no ha sido buena en muchos puntos del país: inundaciones, puentes derrumbados, gente desaparecida, otros absolutamente bloqueados en sus viviendas...

Todo esto, apenas unos meses después de la grave DANA que afectó a la Comunidad Valenciana y que dejó más de 200 muertos. Lo cierto es que los estudios sobre cambio climático llevan décadas advirtiéndonos y precisamente España es uno de los países que más podría sufrir sus efectos: según el informe elaborado por Germawatch, en las últimas tres décadas más de 27.000 personas han muerto en España y se han generado daños por valor de 25.000 millones de dólares.

Otro estudio reciente, publicado en 'Nature Communications', advierte de que el Ártico podría quedarse sin hielo marino en 2027, algo que podría provocar más "DANAs, inundaciones y olas de frío". Pero entre los eventos climatológicos adversos a los que se enfrenta España también están los contrarios: más olas de calor, fuertes sequías y la reducción de los rendimientos agrícolas.

Tampoco hay que olvidar que las pandemias y epidemias son otra situación a la que tenemos que hacer frente. Cuando estalló la pandemia del COVID-19, nadie pensaba en confinamientos masivos a nivel global como los que tuvieron lugar en prácticamente todo el mundo —en España, el confinamiento más radical tuvo lugar durante 56 días, casi dos meses con comercios (salvo los de primera necesidad) cerrados, gente sin salir de sus casas y los sistemas sanitarios bajo una presión inédita—. Cada pandemia (o epidemia) es única y requiere medidas específicas, y es complicado, a priori, predecir la duración o gravedad de la misma. Sin embargo, tener cierta preparación en casa ayuda a gestionar algunas actividades del día a día que se pueden ver afectadas.

Otra de las situaciones de emergencia que los diferentes países prevén está relacionada con el agua potable: en el caso de que se registre un proceso de contaminación masiva de los suministros, no sólo es importante tener agua embotellada cerca, sino también conocer qué procesos se pueden llevar a cabo con el agua corriente, aunque no sea potable. No siempre, dependerá del tipo de contaminación, se podrá potabilizar el agua hirviéndola, y puede que incluso tampoco pueda utilizarse para lavarse las manos o mantener otro tipo de higiene.

¿Qué pasa cuando hay cortes prolongados de agua o luz?

No es lo mismo que exista agua corriente aunque no sea potable —y que, siguiendo algún proceso, se pueda consumir o utilizar— que que se registre un corte de agua prolongado en el tiempo. En este caso, habrá que tirar necesariamente de las reservas de agua embotellada. Pero no sólo eso: también es importante consultar las instrucciones de las autoridades sobre adquisición de más suministro (en función del tiempo que dure el corte de agua, por ejemplo), pero también sobre la eliminación de residuos, como es el caso del uso del inodoro.

Quizás con un corte de agua se pueda 'capear' el temporal un tiempo, pero un corte prolongado de electricidad puede acabar siendo un problema mayor, porque en la actualidad, prácticamente todas las actividades del día a día dependen de la electricidad. En función de la duración del mismo, además, puede acabar provocando un corte en el suministro de agua, por lo que estas dos crisis podrían ir de la mano.

En este caso, es imprescindible estar preparados para alimentarse —tener comida preparada que se pueda comer a temperatura ambiente, por ejemplo, o revisar la posibilidad de preparar comida en aparatos que no necesiten electricidad, como hornillos de gas, estufas de leña o barbacoas— e hidratarse y asearse, pero también para emitir y recibir comunicaciones externas: por eso es tan importante tener siempre disponible una radio que funcione con pilas o batería que no requiera de suministro eléctrico.

Ciberataques, terrorismo o interrupciones de sistemas bancarios

Cualquier ciberincidente o ciberataque afecta directamente a la sociedad en mayor o menor medida. Pueden afectar a sistemas de información, dispositivos o datos, y los de mayor calado pueden tener como objetivo servicios esenciales, como la Sanidad o las entidades bancarias, o infraestructuras críticas como las de energía, transporte, comunicación o suministros de agua. Aunque es una posibilidad, no todos los países lo ven como algo factible a gran escala. Finlandia, por ejemplo, considera que es improbable que se produzca un ciberataque que paralice la sociedad.

Por su parte, como consecuencia de un ciberataque o de un corte de suministro energético, también es importante saber qué hacer en caso de que se interrumpan los sistemas bancarios: en esta situación, no se puede pagar con tarjeta, ni con el móvil, ni identificarse en los servicios bancarios. En este caso, es recomendable disponer de una cantidad suficiente de dinero en efectivo para realizar compras de artículos esenciales, pero como medida de prevención, también puedes disponer de cuentas en diferentes entidades bancarias —puede que haya un ataque contra una entidad en concreto, por lo que la otra quedaría intacta—.

Los ataques terroristas también pueden tener un efecto inmediato en infraestructuras vitales, como los sistemas de transporte, el suministro eléctrico o de agua. En estos casos, disponer de un kit de supervivencia da cierta 'tranquilidad' para abordar las primeras horas. Si se trata de otro tipo de ataque terrorista —en las últimas semanas, por ejemplo, se han registrado numerosos atentados en Alemania, Austria y Francia—, las recomendaciones son las habituales ante este tipo de eventos: alejarse, siempre que se pueda, del punto donde ha ocurrido el ataque; esconderse y poner el teléfono en silencio para evitar ser localizado; llamar a Emergencias para avisar del incidente; no utilizar el teléfono para llamadas no prioritarias, para no colapsar los sistemas y, sobre todo, seguir las instrucciones de la Policía o los equipos de emergencias.