La tensión crece en Israel. Los disturbios en la mezquita más concurrida de Jerusalén en pleno Ramadán han elevado el tono en Oriente Medio. Sin embargo, según los expertos, podría tratarse de un intento de desviar la atención de la política interior israelí ante una situación sin precedentes en el país.
Desde hace meses, Israel vive una de las crisis políticas y sociales más críticas de su historia. Su reforma judicial, que incluso acabó con la destitución del ministro de Defensa, es una línea roja para los israelíes, que han protagonizado numerosas protestas.
La periodista Teresa Araguren afirma que "la reforma es un gran atentado contra uno de los pilares de la democracia". Entre sus novedades, la reforma judicial permitiría al parlamento volver a aprobar leyes previamente tumbadas por el Tribunal Supremo.
Sin embargo, no es la única razón de la protesta. El actual gobierno de Netanyahu no convence a una notableparte de la población por su giro hacia la ultraderecha. Uno de los hechos que así lo constata es que en los últimos meses, ha radicalizado su política de asentamientos con los palestinos cada vez más acorralados: "Hay un goteo de muertos, todos los días hay uno en cualquier ciudad del norte de Cisjordania", ha indicado Araguren.
La crisis política en Israel es ya la más critica en décadas, tanto que Netanyahu ha decidido posponer la aprobación de la polémica reforma hasta finales de abril, aunque no parece que sea suficiente para contener las protestas.