Si habéis visto la serie 'The Handmaid's Tale' ('El cuento de la criada') -basada en el libro de Margaret Atwood- sabréis que plantea un futuro distópico en el que las mujeres están totalmente sometidas. En la serie una de las escenas más impactantes es como se producen las relaciones sexuales en ese estado de sometimiento que es Gilead. De hecho, el sexo se limita a violaciones "consentidas o garantizadas" por el gobierno.
De ahí que al leer sobre el movimiento Incel sea inevitable establecer la conexión, con la diferencia de que en el primer caso se trata de una ficción y en el segundo de una aspiración real por parte de decenas de miles de hombres que se agrupan en esta subcultura machista en Estados Unidos y Canadá.
En España no se han detectado grupos de este movimiento Incel; si bien -tal y como explica Roberto Sanz, psicólogo y sexólogo de Sexpol- "la mentalidad existe, pero no hay una filiación. Es una mentalidad que no está alejada del machismo actual".
Así surge el movimiento Incel
Su nombre viene de la abreviatura de 'Involuntary celibacy' (celibato involuntario) y el término no es nuevo. Fue creado en los años 90 por una artista canadiense con idea de "crear una categoría inclusiva en la que pudiesen tener cabida otros tipos de relaciones que fuesen más allá de las hegemónicas encorsetadas en los mandatos de género", tal y como explicaba este artículo de 'Tribus Ocultas'. La propia creadora del término se arrepentiría años después de haber plantado la semilla del movimiento Incel.
La comunidad derivó por otros derroteros cuando los miembros del movimiento transformaron su frustración en odio hacia las personas que creían culpables de su celibato. Las mujeres son, por tanto, objeto de su deseo y a su vez objeto de su odio; odio que se extiende a los hombres que sí consiguen esas relaciones. Para referirse a las mujeres y a los hombres que odian tienen una jerga propia: las mujeres son "stacys" y los hombres "chads".
Tal y como explica Sanz, esa contradicción entre deseo y odio es posible como consecuencia precisamente de la cosificación que hacen de las mujeres. "La mujer es deseada como objeto silencioso y sumiso, pero ese deseo se transforma en odio cuando el objeto cobra vida y decide libremente", aclara.
De este movimiento misógino y antifeminista que el SPLC (South Poverty Law Center) reconoce dentro de la corriente del supremacismo masculino, llaman la atención varias cosas. Una de ellas es la externalización de la culpa de una circunstancia de la que ellos son responsables y que no solo no hacen nada por remediar, sino que se recrean en ello. "Evidentemente es una forma infantil de pensar y relativamente extendida en la actualidad. Gran parte de la sociedad no tiene interés en esforzarse, se busca beneficio muy rápido con el mínimo esfuerzo y eso se suma al machismo y la mentalidad patriarcal da ese resultado. El ego les impide mirarse a sí mismos y focalizan la causa fuera", explica el psicólogo de Sexpol.
Otro aspecto llamativo es el desarrollo de este tipo de corrientes en tiempos de avance del feminismo, aunque no es un hecho tan raro. "Cuando el feminismo cobra más visibilidad e importancia se produce una reacción neomachista por los miedos e inseguridades de los hombres que temen perder sus privilegios", asegura Sanz.
Internet hizo el resto
El anonimato en Internet da libertad a los miembros de este movimiento para vomitar todo tipo de ideas violentas en foros o grupos de discusión. Lo hacen en plataformas como Reddit, Voam o 4chan. De hecho, uno de los grupos más numerosos de Incels, que contaba con 40.000 miembros en Reddit, tuvo que ser cerrado. Su nombre era 'Razones por las que las mujeres encarnan el mal'. Era el más númeroso pero no el único, hay muchos grupos similares que siguen activos y son igualmente polémicos en cuanto a su contenido.
Leyendo algunos de los comentarios de estos foros, la palabra 'rape' -violación en inglés- es la que más se repite. Es algo que normalizan y aunque evidentemente la mayoría de los hombres condenan las violaciones, especialmente en los casos recientes como el de 'La Manada', a muchos les cuesta reconocer una violación cuando, por ejemplo, se produce dentro del matrimonio. Y en ese tipo de foros, los miembros se refuerzan en esa idea del sexo como derecho, se retroalimentan de su propia filosofía.
Episodios violentos
¿Es fácil para los miembros del movimiento Incel dar el salto a la violencia? Tal y como recuerda Roberto Sanz, "estos grupos tienen una escala de la violencia distorsionada: para ellos cometer actos de violencia verbal o simbólica es relativamente sencillo".
Se han producido dos eventos violentos relacionados con este movimiento. El primero fue perpetrado por Elliot Rodger en 2014. Asesinó a seis personas en un ataque en California y después se suicidó. En un extenso manifiesto responsabilizaba de sus actos a dos chicas que le habían rechazado a los 11 y a los 5 años.
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El segundo tuvo lugar en 2018, cuando Alek Minassian cometió un atropello mortal múltiple en Toronto, Canadá, en el que asesinó a diez personas e hirió a otras 15. Antes del ataque, Minassian había publicado un mensaje misógino en Facebook e hizo referencia a Elliot Rodger. "La revolución Incel ha comenzado", escribió. El autor de está masacre fue detenido y está aún pendiente de juicio, previsto para febrero de 2020.